Éste sí que hizo época.
Dos actores, una cabaña y mucho ingenio. Resultado: una publicidad que nunca se olvidará.
No sé si será cierto, pero leí que el viejito no era actor, sino un paisano que habían encontrado en un pueblo por ahí. Me encanta.
El anuncio del cabrero
martes, 20 de abril de 2010
Etiquetas: creatividad
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