Los japoneses me encantan. Parecen chinos, pero son mucho más civilizados, porque entre otras cosas, no se comen los perros. Además tienen una creatividad acojonante impresionante: van cogiendo ideas por el mundo, piensan en ello, lo mejoran y a vivir, que son dos días. Uno de ellos entró en un bar y vió como se tira una cerveza de grifo. Se puso a trabajar en el asunto y creó una máquina que sirve cervezas como Dios manda, con espumita y todo.
Otra máquina de cerveza
viernes, 14 de enero de 2011
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