No hay nada que le guste más a un perro que un paseo en coche. Les vuelve locos: se ponen nerviosos, se suben de un salto, y luego miran por la ventana todo lo que van viendo en el paisaje.
Bueno, quizás haya algo que todavía les gusta más: sacar la cabeza por la ventanilla y que les dé el viento en la cara.
Qué bichos más estupendos.
Los perros y el viento
sábado, 5 de junio de 2010
Etiquetas: animales
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