Yo, una de las cosas de las que me siento más satisfecho en mi vida, fue conseguir adelgazar casi veinte kilos cuando estaba más gordo que una foca. Sólo de pensar que me puede pasar algo como lo que le pasó a este pobre hombre, es que se me ponen las carnes blandas. ¿Cómo le quitarían la silla del culo?¿llamarían a los bomberos o al Samur?¿con anestesia?¿o se la han dejado ahí pegada para los restos?
Momentos playeros
domingo, 5 de septiembre de 2010
Etiquetas: curiosidades
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