Cualquiera, en cualquier momento, puede sufrir una situación ridícula. Pero que se te quede enganchado el culo en un columpio y tengan que venir unos operarios a cortarlo para rescatarte debe ser de las peores. Sobre todo porque luego la gente no tarda ni medio minuto en sacarte en internet. Qué malos somos con las desgracias ajenas....
Ridículo
martes, 24 de mayo de 2011
Etiquetas: curiosidades
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