Jessie es un Jack Russel al que le encanta pasear con su amo por las inmediaciones del monte BeckWorth, en el estado australiano de Victoria. Hace días y fiel a su instinto cazador, el perro no dudó en perseguir a un conejo que se encontraron por el camino hasta desaparecer; la mala suerte hizo que cayera y quedara atrapado en una profunda grieta de 11 metros de profundidad, bajo un montón de gigantescas rocas que superaban las 45 toneladas de peso.
Su amo, Steve, al comprobar que era imposible rescatar por sus propios medios al perro, solicitó ayuda a su hijo y unos vecinos primero, y después a una unidad de emergencia; en total siete personas que haciendo palanca pudieron mover una de las pesadas rocas de unas 20 toneladas. El tiempo pasaba y decidió entonces alquilar unos gatos hidraúlicos con los que trabajaron día y noche para abrir el hueco necesario.
En total, fueron más de 100 horas de excavación, 95 toneladas de piedra movida y unos 1.500 euros de gasto, hasta que por fin Jessie quedó liberado y pudo volver con su amo en un estado de salud sorprendentemente bueno. (ABC)
Su amo, Steve, al comprobar que era imposible rescatar por sus propios medios al perro, solicitó ayuda a su hijo y unos vecinos primero, y después a una unidad de emergencia; en total siete personas que haciendo palanca pudieron mover una de las pesadas rocas de unas 20 toneladas. El tiempo pasaba y decidió entonces alquilar unos gatos hidraúlicos con los que trabajaron día y noche para abrir el hueco necesario.
En total, fueron más de 100 horas de excavación, 95 toneladas de piedra movida y unos 1.500 euros de gasto, hasta que por fin Jessie quedó liberado y pudo volver con su amo en un estado de salud sorprendentemente bueno. (ABC)
Esto es amar a un animal y lo demás son tonterías.
1 comentarios:
Que maravilla de hombre. Eso si que es ser bueno!
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