Tú me has enseñado.
Tú me has hecho capaz de poder apreciarlos como son, con toda su belleza, nobleza y fuerza.
Sólo tú, desde que eras bien pequeña, supiste percibir toda la magia que hay en ellos, algo que a mí se me había escapado, a pesar de haber montado en bastantes ocasiones.
Gracias a tí, Brownhorse, disfruto de un montón de buenos ratos viéndoles galopar, sobre todo cuando eres tú la que montas.
Cuánto aprendo de ti, mi pequeña.
La niña que susurra a los caballos
miércoles, 13 de julio de 2011
Etiquetas: animales
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1 comentarios:
Muchas graciaaaas!! Y gracias a ti yo puedo montar, aunque sea muuuy poquito, pero al menos puedo montar :)
Me encanta el videoo! :D Gracias!
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