Hace falta tener paciencia para domesticar un enorme pez gato salvaje, y conseguir que venga a tu lado cuando le llamas y se deje acariciar como si fuera un gatito. Hace falta tener mal gusto para ponerle esa música al vídeo. Mejor ponedlo en silencio, en serio.
Pez gato domesticado
viernes, 27 de abril de 2012
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