Arte callejero

viernes, 11 de mayo de 2012

Para ser un buen artista no es necesario que expongas en museos ni que los entendidos conozcan tu nombre. Simplemente hay que tener talento, un par de brochas o sprays, y la paciencia para realizar obras, en muchos casos, de varios metros de longitud. También es bueno saber correr rápido, por aquello de que de repente aparezcan los municipales y te crujan vivo. Mi primo Adelfo era muy reivindicativo, y en la época de las pintadas madrileñas de cuando empezó la democracia, se le ocurrió hacer una cerca de mi casa, porque era muy partidario de la aprobación de la ley de divorcio. Compró un spray negro, buscó un muro blanco, y se puso tan nervioso que, durante años, nuestro barrio estaba decorado con la frase "VIVA EL DIDORCIO".












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