La niña que silenció al mundo

miércoles, 27 de febrero de 2013

Que sirva de despedida, al menos temporal.
Escuchad bien a esta niña porque lo que pide es nuestra última oportunidad para garantizar el futuro de nuestros hijos. Hace ya quince años de ello, pero creo que no hemos avanzado casi nada.
Mi opinión es que no sirve de nada acampar en la calle, destrozar coches y cabezas ajenas, y provocar odio con más odio para pedir cambios. Hace falta una revolución, pero de tipo personal. Una revolución interior basada en el respeto a los demás, en especial a los más desfavorecidos. Ghandi marcó el camino: buscar paz ofreciendo paz.
Y empecemos por respetar a todos los animales y al planeta, porque son sagrados.
Nos vemos.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por los buenos ratos que nos has regalado. IL.