Que sí, que todo lo que quieran los de siempre: que somos muy desastrosos, que estamos siempre pensando en tontás, que no trabajamos demasiado, que somos incultos, que sólo queremos divertirnos, que estamos rodeados de chorizos, y mil tópicos injustos más.
Pero éste nuestro es un pedazo de país al que, al menos yo, no cambiaría por ningún otro del mundo. Insufrible pero insustituible. Lo mejor de lo mejor. Y que se rasquen.
¡Pedazo país tenemos!
miércoles, 18 de diciembre de 2013
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