Santa Claus, también llamado Papá Noel, es un tío muy majo. Simpático, bonachón, gordito y agradable. Además nos trae regalos, así que todos le queremos mucho. El problema es que tiene tanto trabajo que a veces tiene que mandar un suplente para que atienda a los niños, y no siempre estos suplentes son tan agradables como él. De hecho, hay algunos que más parecen pesadillas, auténticos mostrencos que aterrorizan a los pobres niños que se les acercan. Mi prima Jenny la de Ohio me manda estos ejemplos.
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