Reflejos

jueves, 27 de mayo de 2010

Aquí el amigo no es que tenga sólo reflejos de saltamontes, sino que tiene un ángel de la guarda al que deberían darle el Premio Nobel.
Esto es lo que se dice salvarse por un pelo.

1 comentarios:

Inma dijo...

Y el que sale del coche ¿a dónde va?