La lanzadera Endeavour se jubila y acaba de realizar su último viaje a Tierra. Lo pasmoso de estos aparatos no es sólo que salgan al espacio y estén allí una temporadita tan ricamente, sino que regresen a casa sin motores, porque todo el combustible lo gastan en el despegue. O sea, se convierten en un enorme ladrillo planeador, que aterriza de la forma más elegante.
Último aterrizaje del Endeavour
jueves, 2 de junio de 2011
Etiquetas: espacio
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