Una broma de cámara oculta. Desde luego, el gancho (el protagonista) tiene más huevos narices que el caballo de Espartaco (bueno, era Espartero, pero a mí me gusta decir Espartaco). Ponerte a regar el suelo de espaldas a la poli, en posición de estar aliviando tu vejiga, es medio suicida. Eso sí, el resultado es gracioso.
¡Serás guarr...!
miércoles, 7 de marzo de 2012
Etiquetas: humor
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario