El tiempo es un cabrón insensible. No tiene piedad de nada, todo lo acaba estropeando aunque te empeñes en mantenerlo como estaba. El secreto está en disfrutar de cada día que vivas como si fuera el último. Al final, acabarás más arrugado que una pasa, pero lo habrás pasado en grande.
Vida perra
lunes, 12 de marzo de 2012
Etiquetas: humor
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