¡Boda al agua!

Ha sido la mejor boda de la historia, os lo digo yo. Mi primo Foricleto se casaba con Asunción, su novia de toda la vida. Para la foto de boda, no se les ocurrió otra cosa mejor que subirse a un pequeño pantalán que hay en el lago junto a su casa (mi familia es mucho de tener lagos junto a las casas). Como resulta que el tonelaje superaba con mucho el peso admitido (no hay más que ver a la foca, digo a la novia), se han ido todos al agua. Los invitados han declarado que nunca se han reido tanto en una boda y les han obligado a reconstruir el pantalán varias veces y volverse a sumergir todos. Una risión.