Hijos

martes, 19 de junio de 2012

Mi madre siempre me decía: no sabrás lo que es querer de verdad hasta que no tengas un hijo. Y la verdad es que tenía razón. Anacleto me manda un precioso texto de Saramago sobre ello, que merece la pena leer:

Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar  nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de
nosotros aprender a tener coraje.
Si, ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente  de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a
perder algo tan amado, ¿perder? ¿como? ¿no es nuestro?
¡No!, fue apenas un préstamo... el más preciado y maravilloso préstamo, ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por si mismos,  luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias.
Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos.




1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta, es precioso. (IL)