Tortilla al láser

viernes, 27 de julio de 2012

Yo tenía un perro que perseguía las sombras y los punteros de láser como si fueran piezas de caza (¿recuerdas al Vor, Marieta?) Te podías tirar horas haciéndole correr tras el puntito rojo, con lo cual le tenías entretenido y tú te rascabas la tripa (por no decir algo más feo) durante un buen rato. Mi primo Amalio tiene un doberman recién desorejado (qué brutito eres, majo) que hace lo mismo. Pero Amalio lo usa para otros fines, digamos, más de hacer amigos.

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