Espero que sea una foto falsa, porque da miedo sólo verlo.
Se supone que al pobre farero le ha pillado una gran tormenta en su faro, y aguanta como puede las olitas.
Cuentan las malas lenguas que estaba en ese momento en Finlandia, pero que ese día apareció en la costa de Santander, con faro incluido. No me extraña nada.
¡Hola, ola!
martes, 4 de mayo de 2010
Etiquetas: humor
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