Mi amiga Marta me manda desde Londres un curioso archivo: en él plantean a la gente el reto de estar 21 días sin quejarse.
La idea es que estamos anclados en el mundo de las quejas. Se han convertido en una costumbre que nos impide ver lo bueno que tenemos delante y nos predispone hacia lo malo. Es posible reprogramar nuestras vidas con una actitud positiva y constructiva, frente a otras en las que sólo aparece lo malo.
Ponte una pulsera morada (cualquier color llamativo vale) e intenta estar sin quejarte 21 días. Si fallas y te quejas, cambias la pulsera de muñeca y vuelta a empezar. Cada vez que pienses en quejarte, agradece todo lo que tienes: familia, salud, amigos, el mundo que te rodea.
21 días es el tiempo suficiente para crear el hábito y empezar a disfrutar de lo bueno que tenemos, que es mucho.Verás cómo cambia tu vida.
"Si algo no te gusta, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia tu actitud"
21 días sin quejas
lunes, 29 de noviembre de 2010
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