Esto es casi peor que las sandías. Una pequeña serpiente zampándose un enorme huevo. En vez de atragantarse como haría cualquier animal decente, se lo come y luego vomita los restos, algo equivalente a que tú te comieras un balón de playa (de esos azules de Nivea) enterito y bien hinchado.
Almas sensibles abstenerse.
El huevo y la serpiente
miércoles, 17 de noviembre de 2010
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