Sacar la pasta al restaurante

domingo, 21 de noviembre de 2010




No, no se trata de gorronearles los macarrones o los espaguetis, sino de demardarles por algo que te haya paado en sus instalaciones y conseguir un pastón con ello. La Razón nos da algunos ejemplos:



1.Culpable por hacer engordar al empleado: la Justicia brasileña ordenó en octubre de este año a una multinacional de hamburguesas a pagar 17.500 dólares a un ex empleado por "haberlo forzado a engordar 30 kilos" durante sus 12 años de trabajo. El ex gerente aseguró que se sentía obligado a probar diariamente los productos para garantizar su calidad. 

2. Escupe a su novio, se cae y la indemnizan: Amber Carson demandó a un restaurante de Pennsylvania tras resbalar con una bebida derramada en el suelo y lastimarse la espalda. No era otra cosa más que el trago que ella le había arrojado en la cara a su pareja, media hora antes, en una pelea. Recibió 113.000 dólares.

3. El váter criminal que atrapa los testículos: las vacaciones de 1999 fueron una tragedia para el canadiense Edward Skwarek. Sus partes íntimas quedaron aplastadas entre la tabla y la taza de un inodoro defectuoso, en el baño de una reconocida cadena de café, en Nueva York. Además de dolor, le provocó discapacidad sexual, dijo, y reclamó nada menos que 1,5 millones de dólares. Su esposa pidió otros 750.000 por haber sido privada de los servicios conyugales.
 
4. Propinas sin autorización: el dueño de un restaurante de Plaza Navona, en Roma, fue acusado de estafa por una pareja de japoneses, en junio de 2009. ¿Por qué? Comprobaron que les cobró el menú a un precio que no era el de la carta: 580 euros, más una propina de 115,50, que cargó a la tarjeta de crédito sin autorización.


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