El tiempo es un cabrón insensible. No tiene piedad de nada, todo lo acaba estropeando aunque te empeñes en mantenerlo como estaba. El secreto está en disfrutar de cada día que vivas como si fuera el último. Al final, acabarás más arrugado que una pasa, pero lo habrás pasado en grande.
Un iPad vale para casi todo. Los que lo tenemos estamos encantados con él porque te permite hacer mil cosas de forma fácil, cómoda y rápida.
Pero no vale para todo, eso no. Hay cosas para las que no está diseñado, por más que nos empeñemos.
Si sois dados a hacer bromas a la gente, tened esto en cuenta: nunca le hagáis ninguna a un basurero. Tienen muy mal café y ningún sentido del humor, por lo que no sólo no le hará ninguna gracia que le pegues las bolsas al fondo del cuno de basura, sino que se vengará de ti al instante. Jopé, qué carácter.
Qué paciencia tienen algun@s, en serio. Estar nueve meses tomándote fotos a diario exige una disciplina, una paciencia y un tiempo libre que no todos tenemos.
Pero gracias a que esta pareja sí lo tienen, podemos ver cómo va cambiando el cuerpo de una mujer a lo largo de su embarazo. Pedazo tripón que se les pone, pobrecitas mías.
Si a cada borde que te encuentras por ahí le sucedieran cosas así, veríais como se acababan los malos modos para siempre. Es el karma, esa energía trascendente que se deriva, para bien o para mal, de los actos de las personas. Yo no creo que exista, os lo digo de verdad. Si todos los hijoputas malvados que hay por ahí tuvieran de verdad mal karma, otro gallo nos cantaría. De la misma forma, cuánta buena gente las pasa canutas sin hacer nada para merecerlo, ¿no?
No me canso de repetirlo: no os dejéis vencer. Que nadie os convenza de los contrario, mirad a vuestro alrededor y podréis fácilmente comprobarlo: hay muchos seres humanos buenos, cada vez más, es sólo que los malos hacen más ruido. Cuando tienes un problema, siempre sale algún alma buena para ayudarte. A mi lado hay muchas almas buenas, mil veces más que las malas, que se preocupan por mi, que me quieren y me ayudan cuando tropiezo y me caigo (lo hago tan a menudo...qué torpe soy). Aunque la vida a veces es incomprensible y te aprieta el cuello hasta que casi no puedes respirar, cuando parece que el azar sólo te tiene en cuenta para mandarte dificultades y sustos, cuando el horizonte se pone de un gris tan oscuro que casi no puedes ver, siempre aparecen lucecitas que te indican el camino y te dan calor. No estamos sólos, somos muchos y nos tenemos los unos a los otros, sólo hay que tener la habilidad para apreciarlo.
Gracias a todos los que me queréis y me dáis la mano, sois la única luz que necesito para avanzar.
Es lo último de lo último, prepárate porque en breve van a inundar el mercado. Son pantallas flexibles, capaces de adaptarse a cualquier espacio, y prácticamente irrompibles: Ya sabes cómo serán las tablets de dentro de un par de años.
Por lo visto está inspirado en un diseño del gran Da Vinci, mejorado con técnicas y materiales actuales. Pero la idea es la misma: una máquina que te lleva por los aires gracias a la rotación de una hélice por encima de tu cabeza. En este caso lleva dos hélices porque si no, darías más vueltas que una peonza, lo que sería bueno para las risas de tus vecinos pero malo para tí. Qué huevos creatividad tienen algunos...
Son casi como los círculos de las cosechas, pero en este caso no hay por medio extraterrestres ni cosas raras, sino solamente alguien con unas buenas botas para el frío, mucho tiempo libre y buen gusto. Así, cuando cae una buena nevada por su zona, se dedica a decorar los paisajes de una forma tan sencilla como bonita.
¿Quieres saber qué marcas te deja un rayo cuando cae sobre tu piel? Pues, si no te achicharra vivo, te deja un bonito dibujo ramificado, que se llama la Figura de Lichtenberg, y que muestra la forma como se mueve la electricidad por tu piel al recibir la descarga. Como un tatuaje, pero a lo bestia e instantáneo. ¡Ah! y también gratis.
Una broma de cámara oculta. Desde luego, el gancho (el protagonista) tiene más huevos narices que el caballo de Espartaco (bueno, era Espartero, pero a mí me gusta decir Espartaco). Ponerte a regar el suelo de espaldas a la poli, en posición de estar aliviando tu vejiga, es medio suicida. Eso sí, el resultado es gracioso.
Esto sí que mola. Si tus hijos no se beben la leche por la mañanas, como me pasa a mí, ya puedes ir aprendiendo esta técnica tan curiosa: hacer dibujos de animalitos con la nata y el café (o cacao). Los niños seguirán sin beberse la leche porque les da asco, pero tú estarás tan entretenido con el tema que no te darás ni cuenta.
Canta y toca el piano mucho mejor que algunos que yo me sé. De hecho, hay varias discográficas detrás de él para que grabe un disco, porque su voz recuerda mucho a la de Sinatra, y toca el piano casi igual que mi tía Julieta, pardescanse. Y eso que mi tía Julieta pardescanse era una de las mejores pianistas del barrio de Chamberí, en Madrid. Quedó tercera en un concurso de talentos musicales, por detrás de un indigente que sabía tocar la botella de anís y del lechero, que interpretaba la 5ª de Beethoven con los gases que se movían dentro de sus tripas. Qué tiempos aquéllos...
No, no pienso dar ninguna lección sobre la reproducción de estos maravillosos insectos, tan beneficiosos para el ser humano. Es que la noticia que aparece hoy en el diario La Razón no tiene desperdicio: "Cambia de sexo tras la picadura de una abeja". Para el/la protagonista, de 40 años y casado con Renee, los cambios que se produjeron en su cuerpo, a raíz de la picadura de abeja, fueron el impulso que necesitaba para dar el paso hacia la transexualidad. Según cuenta, siempre había sentido cierta tendencia a sentirse como una mujer, y la disminución de testosterona que le provocó la picadura le decidió a someterse a una operación de cambio de sexo.
A mi me pasó algo parecido: me picó un mosquito cuando era pequeño y me convertí en un fontanero con barba. Gracias a Dios, el efecto sólo me duró unos minutos.
¿Os imagináis vivir en un mundo donde existieran bichos como éstos? Pues os tengo que dar una mala noticia: vivís en un mundo donde hay bichos como éstos. La parte buena es que son tan pequeños, que sólo es posible verlos con microscopios electrónicos. Qué perfectos son, a pesar de ser tan enanos, ¿verdad?
Otra pregunta difícil: ¿qué hace un elefante cachorro cuando va la playa?
Otra respuesta evidente: pasárselo como un enano, que para eso se inventaron las playas. Además, esta vez con doble motivo, porque a los elefantes les encanta el agua (y son unos magníficos nadadores, para vuestra información). No os perdáis la última foto porque es única.
¿Qué hace una madre osa cuando su cachorro ha sido malo? Lo mismo que cualquier otra madre: ponerse seria con él y darle un escarmiento. Lo malo es que ésta pesa como 400 kilos y es fuerte como un oso (claro, lógico, para eso es una osa), por lo que el travieso cachorro volará por los aires en la regañina. Eso sí, tras la bronca, un abrazo de madre osa y listo.
Las profecías mayas que tanto están dando que hablar a la gente, no predicen el fin del mundo, sino el regreso de un dios llamado Bolon Yokte. Pues os doy una primicia mundial: ¡ya ha llegado!
Fue hace unas semanas y cayó en Brasil (ya publicamos hace días un avance de nuestro enviado especial a la zona). No es que tuviera un aterrizaje fácil ni suave, sino que llegó volando y se estrelló contra el suelo cerca de un poblado. Lo de Yokte no sé de qué vendrá, pero el nombre le va de perlas: un auténtico bolón.
Es un nuevo refrán que se me acaba de ocurrir viendo estas fotos. Resulta que los chinos han inventado la manera de fabricar repollos. No les gusta lo de plantar semillitas en la tierra y regar, o sea, el método de toda la vida, por lo que se les ha ocurrido que es mejor ahorrarse los meses de espera y los disgustos que te da una huerta, y, con un líquido de su invención, se crean sus propios repollos en cuestión de minutos. Sólo hay un problema: están asquerosos.
¿Os acordáis unas entradas que pusimos hace poco hablando de los cuatrirrotores? ¿NO? ¡Jopé, qué memoria de pez tenéis! Los cuatrirrotores son esos cacharritos voladores con cuatro hélices que vuelan como moscardones. Ahora le han buscado una utilidad, y consiste en tocar como si fueran una orquesta. Y para ello, han elegido un tema de James Bond, como no podía ser de otra manera. Cosa más cachonda, oyes.
Dicen que es tan respetuoso con el medio ambiente, que es casi invisible para él. Hombre, a eso todavía no hemos llegado (queda bien poco, sobre todo con esta tecnología de pila de hidrógeno), pero se agradece que las marcas estén haciendo coches cada vez menos contaminantes. Para decírnoslo, han hecho uno de los anuncios más llamativos y alucinantes que yo haya visto. Pensé que ya nada me podía sorprender en cuanto a efectos visuales se refiere, pero no es así. y que quede claro que las imágenes no están manipuladas posteriormente, sino que han cubierto un Mercedes de leds y, con ello, lo convierten en algo invisible. Impresionante, me rindo a los pieses de gente tan creativa.
No hay un espectáculo más acojonante impresionante que ver la mar cuando está cabreada. Si ya asusta cuando lo ves desde tierra, imaginaos lo que debe ser estar embarcado y sufrir una mar arbolada de este tipo. Yo le pregunté a mi padre de pequeño (era un marinero de espíritu) que por qué se llamaba mar arbolada y me dió la respuesta: porque las olas son tan grandes como los árboles grandes. Qué miedito, ¿no?
A ver, el que tiene talento, tiene talento y punto. Y eso es algo que te viene dado, no se puede comprar ni imitar. Hay gente sin él que aprende a hacer cosas, y puede llegar a hacerlas bien, pero siempre le faltará esa chispa mágica que marca la diferencia.
Tocar la batería con un año, gracia y ritmo es cuestión de nacer con ese talento concreto. Y el enano éste lo tiene, sin duda.
El golf es ese deporte en el que le arreas a una pelotita con un palitroque para conseguir meterla en un bujero. Parece una tontería, pero cuando te pones a jugarlo te das cuenta de la cantidad de horas que tienes que dedicarle, no ya para conseguir meter la pelotita en el hoyo, sino simplemente para atizarle a la pelotita de los cojones. Yo prefiero montar en moto, pero reconozco que tiene su encanto. Sobre todo, si consigues hacer cosas como ésta:
Entradas
Comentarios
