Así decía el jardinero de un amigo mío de la infancia: "no me dejéis ahí los amotos, que tengo que segar el céspel". Ahora se ha inventado una forma mucho más divertida de ir en moto. Consiste en ir del revés. Al principio es complicado no quemarte con el escape, pero cuando te acostumbras, vas más rápido y gastas menos neumáticos y gasolina.
Amotos
jueves, 1 de septiembre de 2011
Etiquetas: motos
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