Hay que tenerlos muy bien puestos y contar con una impresionante forma física para hacer escalada. Yo lo intenté hace unos años y fue un fracaso: mi enorme tripa me impedía llegar con las manos a la roca. Ahora que ya no tengo ese tripón lo he intentado de nuevo y me fue algo mejor, aunque cuando llevaba media escalada me díó vertigo y tuve que bajar. Fueron los dos metros peores de mi vida.
Escalar, sobre todo, te proporciona las mejores vistas que puedas soñar. Y si no, mirad esto:
Escalada
jueves, 22 de septiembre de 2011
Etiquetas: deporte, naturaleza
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