Hay gente manitas y gente chapucera. Éstos son capaces de arreglar lo que se rompe, sea lo que sea, usando piezas que tienen por ahí, normalmente guardadas de otras chapuzas previas. Lo cursioso es que, en muchas ocasiones, sus arreglos funcionan. El verdadero problema es que carecen del más mínimo sentido de la estética. ¿Te roban la estrella del Mercedes? Trae para acá el alambre. ¿Se rompe el aire acondicionado del coche? Un buen grifo de cocina y solucionado.
Chapuceros del mundo ¡uníos!
jueves, 8 de septiembre de 2011
Etiquetas: coches
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