Como no hay casi cosas que hacer en esta vida, la gente se busca entretenimientos para llenar sus días ociosos. Unos colegas de mi primo Nicéforo se levantaron el viernes pasado más aburridos que si estuvieran viendo la tele apagada, y pensaron: ¿qué podemos hacer hoy? Tenían varias opciones: o trabajaban un poco, o leían algún libro o llenaban el piso de arriba de agua a ver qué pasaba.
¿Que cual eligieron? Hijos míos, vaya pregunta más tonta.
El aburrimiento
martes, 7 de febrero de 2012
Etiquetas: curiosidades
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