En este caso, el que hace el mar helado en Odessa (Ucrania). Las placas de hielo se rozan unas con otras, y se ponen tan contentas con el frotamiento, que inician el cortejo nupcial con chillidos y cánticos. Luego, a los pocos meses, nacen pequeños cubitos de hielo que, con el tiempo, se convierten en enormes icebergs. El dulce misterio de la vida, vamos.
El sonido del hielo
martes, 14 de febrero de 2012
Etiquetas: naturaleza
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