¿Qué os creéis? ¿Qué los objetos no tienen sentimientos? ¡Pues claro que los tienen, hombre, por supuesto que sí! Pensad por ejemplo en las torres o chimeneas que hay por el mundo. Todos las despreciamos porque pensamos que están ahí para adornar y que ni sienten ni parecen.¡Nada de eso! Mi tío Anastolfes ha inventado una cámara de vídeo capaz de captar la verdad sobre este tema y me ha abierto los ojos. Simplemente, nuestro cerebro no es capaz de verlo. Pobres torres...
Pobres torres
viernes, 10 de febrero de 2012
Etiquetas: humor
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