Hay huevos Kinder de chocolate y huevos Kinder de verdad, y en el interior de todos ellos hay una sorpresa. En los de chocolate, venciendo todas las leyes conocidas de física, llegan a aparecer muñecos, coches, vestiditos para las Barbies, cuadernos de pintura tamaño A3, guantes de lana, dentaduras postizas para ancianos e incluso, según me contó mi prima Jenny, una vez a un amigo suyo le salió una bicicleta de mountain-bike. Los huevos Kinder de gallina, en cambio, son muy grandes, pero también vienen con sorpresa...
Huevo Kinder de gallina
lunes, 21 de enero de 2013
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