Pocas cosas dan más susto que estar tranquilamente en tu despacho y que aparezca en la ventana un limpiacristales dando golpes al vidrio para quitarle la roña. Yo trabajaba cuando era joven en un edificio de cristal, que limpiaban cada mes. Luego me acostumbré, pero casi me da un infarto la primera vez que oigo un ruido en la ventana, me vuelvo y me encuentro a un ser colgado por fuera con un balón de fútbol reglamentario encasquetado en su cabeza (no usaba gorro, sino un balón de cuero con un agujero que se ponía como casco).
Pues resulta que a los niños de un hospital en EEUU les asustaban también mucho los limpiacristales cuando aparecían tras las ventanas con su jabón y sus limpiaparabrisas de mano. Como siempre hay alguien genial por ahí, tuvieron una idea fantástica: disfrazarse de Spiderman para hacer su trabajo. Ahora, los sustos se convierten en alegría cuando los pequeños ven aparecer a su héroe volando por la ventana. Es lo que se llama pensar en los demás.
Súper Superhéroes
jueves, 17 de enero de 2013
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