Beber de una manguera sin mojarse es difícil, sobre todo si tienes menos de dos años y mucha sed. Este enanillo lo intenta y lo intenta, y tras ponerse como una sopa, lo consigue. Eso sí, no pierde la sonrisa ni un momento, y el ruidillo de satisfacción que hace cuando consigue echarse un trago, vale un mundo.
Aprendiendo a beber
jueves, 9 de diciembre de 2010
Etiquetas: curiosidades
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