Para acabar la tanda, el gato egoísta que no quiere compartir la comida con el pobre perro. La verdad es que el bicho se porta: en vez de clavarle las unas, le aparta la cabeza como puede. ¿Y el perro? ¿Cómo se puede ser tan bueno?
El egoísta
domingo, 12 de diciembre de 2010
Etiquetas: animales
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario