¡Ponme una caña!

Es lo último para servir cerveza. Lo del grifo de toda la vida está más anticuado que un taparrabos. Ahora se lleva esta otra cosa. Pones un vaso de plástico encima y mediante un sistema de teletrasportación fotónica de masas derivado de la aplicación de la mecánica cuántica a la levadura, se te llena el vaso con cervecita fría y sabrosa. Cosa más rara.