Un mal día

viernes, 30 de noviembre de 2012

Todos tenemos de vez en cuando días de esos en los que todo te sale mal. La gente lista y con estudios dice que es culpa de uno mismo, que el problema es que esos días te levantas de la cama con espíritu negativo y entonces provocas todas las cosas malas que te pasan. Y una mierda. No estoy de acuerdo. Yo creo que estamos rodeados de seres invisibles que viven en otra dimensión, y que son de dos razas: los ángeles bondadosos dedicados a librarte de cosas malas y los espíritu tocacojones malévolos. La función de estos últimos es hacer todo lo posible para que tengas días malos: te pierden las llaves cuando tienes prisa, tiran tus tostadas al suelo por la cara de la mantequilla, te abren la bragueta cuando vas a hablar en público o te provocan un enorme grano en la nariz el día en que por fin has conseguido una cita con la persona de tus sueños, cosas así. El día que agarre al mío, le voy a dejar la cara mirando para Coria.



















1 comentarios:

ninussska dijo...

el mejor es el de la niña y el delfín jajajaja :)