Es una de las bromas más cabronas malignas que he visto, pero no he podido dejar de reirme. Es lo que tienen las cámaras ocultas, que sacan el sádico que todos llevamos dentro: cómo nos gusta ver sufrir un poquito a los demás. En ésta de Brasil, pusieron una cámara oculta en un probador de una tienda (ya les vale) y meten en él una enorme rata por control remoto. Los gritos debieron oirse hasta en Chile.
Cuidado con la rata
jueves, 12 de enero de 2012
Etiquetas: humor
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