No me pises...

miércoles, 18 de enero de 2012

... que llevo chanclas.
Un precioso ganso, mascota de un amigo de mi primo Nicéforo, tenía las patas heridas de tanto andar por el asfalto que rodea su casa. Por si no lo sabéis, los gansos y las ocas son excelentes guardianes del jardín. Si alguien desconocido se mete en su territorio, arman un enorme escándalo y atacan sin piedad al intruso hasta que se va. Bueno, el caso es que sus dueños, para solucionar el problema, usaron lo más obvio: unos zapatos de ganso. Se fueron al Carrefour y en la sección de calzado infantil, los tenían. El animalito, tan contento.



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