Prójimo, que es lo mismo que próximo, el que tenemos al lado.
Sí que hay gente buena, sí que hay gente que se preocupa por los demás y, si hace falta, se deja la piel para ayudar al que lo necesita. Yo conozco gente que cuida de los vagabundos, llevándoles comida todas las noches aunque estemos bajo cero. Conozco gente que se ocupa de nuestros niños, ayudándoles y educándoles sin recibir nada a cambio (¿verdad, scouts de mi alma?). Conozco a otros que se desviven cuando hay que recoger muebles y enseres para enviarlos a orfanatos rumanos, trabajando en silencio para ayudar a gente que ni conocen (Mabe, Marieta, Marga ...y tantos otros). Otros hacen mercadillos para sacar dinero para las niñas de Guatemala (Anacleto, ¿te suena?). Hay mucha gente buena por ahí, pero no hacen ruido, por eso parece que no están.
Para muestra, un botón (tanto que hablamos de las carreteras rusas y sus peligros; también allí hay gente buena, claro)
Cuidar del prójimo
viernes, 27 de enero de 2012
Etiquetas: humanidad
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