No hay nada en el mundo que le guste más a un perro que te lo lleves de paseo a la calle. El instante en que te mira y se da cuenta de que llevas su correa en la mano y os váis a dar una vuelta, para ellos es mágico. Si me apuras, más incluso que cuando le vas a dar de comer.
Algunos incluso se convierten en canguros de la emoción tan enorme que les entra. Como a Tyson, el boxer del vídeo.
¡A la calle!
lunes, 16 de enero de 2012
Etiquetas: animales
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