A ver cuándo os enteráis que los animales son inteligentes, a veces más que los humanos, solo que tienen una inteligencia diferente de la nuestra. Como ejemplo, los perros entienden nuestro idioma perfectamente, y todo el que se moleste en comprobarlo podrá hacerlo sin problemas. Mi perro Vor, el primero que tuve (un labrador negro gruñón pero adorable), sabía perfectamente distinguir entre multitud de palabras: paseo, calle, comer, cercedilla, coche, etc. y reaccionaba en consecuencia. Teníamos la broma de decirle: ¡Vor, a la malle! (o salle o falle o cualquier otra palabra en vez de calle) y él te miraba con paciencia hasta que le decías la palabra mágica: ¡calle!, momento en que salía corriendo hacia la correa para que le sacaras de paseo.
Mirad éste, que además se parece mucho al Vor: distingue perfectamente entre bath (baño) y walk (paseo). Nada mejor que un perro.
¿Baño o paseo?
viernes, 14 de diciembre de 2012
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