No sé si os lo he dicho ya, pero aparte de escribir esta mierda este blog, yo trabajo. Tengo una empresa que da los mejores cursos del mundo mundial, y en la que pongo todo mi esfuerzo e ilusión. Va saliendo poco a poco por aquello de la crisis de los cojones, y estoy seguro de que acabará siendo fuerte y sólida como somos todos los Mateo (los Mateo que somos fuertes y sólidos, porque hay otros... madre mía si yo hablara...). Este año he querido hacer una felicitación navideña, pero como en la empresa somos pocos, he contratado a varios vecinos, amigos y gente que pasaba por la puerta para que figuraran en la foto que iba a decorarla (le felicitación, no la puerta). Debo tener algo que atrae a los tontos, porque se ha juntado una manada que no había por dónde pillarla. El asunto era posar con un gorrito de Papá Noël y dar un saltito todos a la vez, demostrando como que estábamos entusiasmados con las fiestas y el año que nos viene. Pero no ha habido manera. Fijaos bien porque ha sido el caos en estado puro, algo que es muy difícil de ver en directo. Lo mejor: mi amigo Pedro el de Cuba (izquierda de la foto) que no sabe saltar y está obsesionado con el guasap. Debe ser cosa genética porque su paisano Eduardo Antonio (en el centro), también cubano, no salta tampoco nada de nada.
Mejor no mando nada, que se dé la gente por felicitada.
Felicitación Navideña
miércoles, 26 de diciembre de 2012
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