Cuando estas preciosas crías de leopardo quedaron huérfanas, nadie sabía muy bien cuál era la mejor solución para ellas. Estuvieron pensándolo unos días y alguien propuso algo diferente: dejárselas en adopcion a Guti, el joven orangutan del zoo (nada que ver con el jugador de fútbol, aunque tengan cierto aire de familia). Poco tiempo después estaban seguros de haber acertado: con nadie mejor que con él.
Padre adoptivo
miércoles, 8 de enero de 2014
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