Pájaro bocazas

domingo, 26 de enero de 2014

Uno de los lectores de este blog que vive en los Estados Unidos de Norteamérica del Norte, o sea EEUU, o sea USA, me manda estas fotos. Dice que un pajarraco muy raro se posó en una valla cercana a su casa, que le hizo estas fotillos y que a ver si sé que coño es.
Tras mucho estudiarlo y comparar diversos estudios pajariles que tengo en mi amplísima biblioteca, creo que es un búho lechucero mutante tipo B. No estoy muy seguro, sobre todo porque me he inventado el nombre por si acaso es una especie nueva, así que si alguien sabe qué clase de pájaro es éste, que lo diga ahora o calle para siempre. Lo que sí sé seguro es que si aparece uno por mi casa,  huyo inmediatamente. Menuda bocaza que tiene, qué miedo.

2 comentarios:

MaLqMaL dijo...

El nictibio urutaú (Nyctibius griseus),2 también denominado nictibio, urutaú. En lo prieto de la selva y cuando la noche ha cerrado del todo, suele oírse de repente un sonido de larga como ondulante inflexión, agudo, vibrante, estremecedor. Se diría un llanto, o más bien un gemido prolongado, que eleva el tono y la intensidad y se va apagando lentamente como se apaga la vibración de una cuerda.

Oírle empavorece y sobrecoge el ánimo, predisponiéndole al ondular de lúgubres pensamientos y al discurrir de ideas taciturnas. Se dice que han habido personas que quedaron con la razón en mengua y punto menos que extraviadas.

Se sabe que quien emite ese canto es un ave solitaria a la que nombran de guajojó por supuestos motivos de onomatopeya. Son pocos los que la han visto, y esos pocos no aciertan a dar razones de cómo es y en donde anida. Refieren, eso sí, la leyenda que corre acerca de ella y data de tiempo antañones.

Erase que se era una joven india bella como graciosa, hija del cacique de cierta tribu que moraba en un claro de la selva. Amaba y era amada de un mozo de la misma tribu, apuesto y valiente, pero acaso más tierno de corazón de lo que cumple a un guerrero.

Al enterarse de aquellos amores el viejo cacique, que era a la vez consumado hechicero, no hallando al mozo merecedor de su hija, resolvió acabar con el romance del modo más fácil y expedito. Llamó al amante y valido de sus artes mágicas le condujo a la espesura, en donde le dio alevosa muerte.

Tras de experimentar la prolongada ausencia del amado, la indiecita cayó en las sospechas y fue en su búsqueda selva adentro. Al volver a casa con la dolorosa evidencia, increpó al padre entre sollozo y sollozo, amenazándole con dar aviso a la gente del crimen cometido.

El viejo hechicero la transformó al instante en ave nocturna, para que nadie supiera lo ocurrido. Pero la voz de la infortunada pasó a la garganta del ave, y a través de ésta siguió en el inacabable lamento por la muerte del amado.

Tal es lo que referían los comarcanos sobre el origen del guajojó y su flébil canto de las noches selváticas.

http://www.youtube.com/watch?v=7aE4Bb-IcVM

PEPO MATEO dijo...

Mil gracias por la información, ya sabemos qué tipo de ave es ésta!!
Por cierto, una maravilla de la naturaleza, aunque su canto transmite tristeza...