La paradoja de Fermi describe la contradicción entre las estimaciones que afirman que hay una alta probabilidad de existencia de civilizaciones inteligentes en el universo, y la ausencia de evidencia de dichas civilizaciones. Surgió en 1950 en medio de una conversación informal del físico Enrico Fermi con otros físicos de su laboratorio.
Ahora, un par de investigadores de la Universidad de Pensilvania han realizado una aproximación matemática al problema y han llegado a la conclusión de que, simplemente, aún no hemos mirado en suficientes lugares para asegurar que ningún artefacto extraterrestre existe en nuestro Sistema Solar. Es decir, es lo mismo que si llenamos un cubito de arena en una playa, buscamos en él y llegamos a la conclusión de que los bañistas playeros no existen simplemente porque ahí no hay ninguno.
Hala, a seguir buscando, chavalotes.
Entradas
0 comentarios:
Publicar un comentario