¡Si yo tuviera...!

Una persona sabia estaba impartiendo una conferencia cuando contó un chiste. Inmediatamente todos rompieron en carcajadas. Minutos después volvió a contar el chiste, y entonces la gente rió brevemente. Nuevamente contó el mismo chiste, y la mayoría sonrió, pero no se oyó ninguna risa. Volvió a contar el chiste varias veces hasta que nadie mostró la más mínima alegría.
Entonces él, sonriendo, se sentó ante ellos y, mirándoles,  les dijo: "No somos capaces de reirnos unas pocas veces del mismo chiste, y sin embargo podemos pasarnos toda nuestra vida llorando siempre por lo mismo"
Somos unos llorones. Tenemos mucho, más de lo que nadie ha tenido en la historia, pero nos quejamos continuamente de lo que nos falta, de lo que querriamos tener y no poseemos. Sólo cuando perdemos algo somos capaces de valorarlo. ¿Y sabéis qué? La gente más feliz que conozco es la que menos tiene, o, al menos, la gente que está menos atada a lo que tiene. Otros, en cambio, no tienen más que dinero. Y sufren porque pasan por la vida con el único objetivo de conseguir más y más, al precio que sea.
Ejercicio para el domingo lluvioso y de elecciones: mira este vídeo y piensa en lo que tienes y lo que te aporta cada cosa que tienes. Verás como lo más valioso es gratis.