¿Qué creéis? ¿Que los hombres sólo los dedicamos a destruir la naturaleza? Pues no siempre es así.
Una elefanta y su cría habían caído en una trampa de barro para desesperación propia y de la manada que les acompañaba, que luchaban inútilmente por ayudarles. Sin embargo, trabajadores de la South Laungwa Conservation Societyse pusieron manos a la obra: con ayuda de unas cuerdas y un tractor consiguieron lo que parecía imposible, y ahora ambas, madre y cría, siguen viviendo felices como perdices.
Las imágenes son duras, pero acaban bien, no os preocupéis:
Salvando al elefante
viernes, 11 de noviembre de 2011
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