El ser humano es siempre paradójico: soñamos con volar pero muchos sienten terror cuando se suben a un avión. Yo le tenía pánico, hasta que mi tío Agustín, un día que viajábamos juntos en avión, me dijo la única frase inteligente que le he oído pronunciar: "no tengas miedo, el primer interesado en que el avión no se estrelle es el piloto. Si esto fuera peligroso, no iría ahí sentado tan tranquilo".
Cuánta razón tenías, tiito, con la de estupideces que te he oído decir. Hasta un reloj parado da bien la hora dos veces al día.
Volar
viernes, 4 de noviembre de 2011
Etiquetas: aviones
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