Un grupo de investigadores italianos de una Universidad de Roma ha descubierto en el cerebro de los ratones una molécula, provocada por la restricción calórica, que activa los genes relacionados con la longevidad y el funcionamiento apropiado del cerebro. ¿Qué quiere decir esto? Pues que para mantenerse joven y conservar el cerebro en plena forma, no hay fórmula más eficaz que comer menos. Por lo general, si comen poco, los ratones no se convierten en obesos ni desarrollan diabetes, además de mostrar un mayor rendimiento cognitivo, más memoria y ser menos agresivos. Además, no desarrollan -y si lo hacen, sucede mucho más tarde-, la enfermedad de Alzheimer. (ABC)
Hay que fastidiarse, con lo que me gusta a mi comer.
Pues qué bien...
sábado, 24 de diciembre de 2011
Etiquetas: salud
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