Un hombre esperaba en la terminal de un aeropuerto la salida de su vuelo. Sintió hambre, por lo que se acercó a la máquina y sacó una bolsita de deliciosas galletas de chocolate para saciarla. Buscó un sitio vacío y se sentó, dejando sus cosas en el asiento contiguo. En el asiento siguiente a éste, una mujer estaba sentada mientras oía música con unos auriculares. Tras mirarla unos instantes, el hombre agarró su revista y se dispuso a leer mientras alargaba la mano hasta el paquete de galletas. Al intentar coger una, notó la mano de la mujer, por lo que rápidamente quitó la suya mientras pensaba "¡menuda cara tiene!". Un momento después, al ir a coger otra galleta volvió a suceder lo mismo y así fueron pasando los minutos: cada vez que él cogía una galleta, la mujer tomaba otra, por lo que su enfado fue creciendo, aunque no dijo nada para no montar un espectáculo desagradable que, sin duda, le traería malas consecuencias. Cuando quedaba una sola galleta, la mujer la cogió, la partió por la mitad y, sonriendo, se la ofreció. Él la cogió, se levantó del asiento y, muy enfadado, se dirigió a la puerta de embarque para no estar ni un momento más al lado de una persona tan desagradable y con tan poca educación.
Cuando se estaba sentando en su asiento del avión, al ir a dejar el abrigo, notó que algo caía de uno de sus bolsillos: ¡la bolsita de galletas que había sacado de la máquina!
¡Ella había compartido su bolsa de galletas con él, disfrutando de las suyas y sin el menor reparo!
FELIZ FIN DE SEMANA. DISFRUTA Y HAZ DISFRUTAR A LOS QUE TIENES A TU LADO. PIENSA QUE NO TODO ES MALO, QUE HAY COSAS MUY BUENAS A NUESTRO ALREDEDOR QUE NO SOMOS CAPACES DE APRECIAR. SÉ FELIZ, POR FAVOR.
¡Mis galletas!
viernes, 25 de noviembre de 2011
Etiquetas: humanidad
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1 comentarios:
Me encanta la historia, pero lo que más me gusta es el caballo de la foto.
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